China y Tibet 2007

Qué guay!!! Ya tenía ganas de ver como continuaba este viaje!

¡¡¡ Por fin!!! Esperaremos a la semana que viene impacientes!!

Bueno, por fin, aquí tenéis el capítulo tanto tiempo esperado!! Lau no tenía fotos de ese día, así que he metido algunas mías por el medio. Espero que os guste!!!


Día 27 de septiembre de 2007. Lijiang-Chengdu

Lau:

Día de consumismo, puro y duro..el tiempo que no ayuda, y nosotros seguimos perezosos Desayuno en el -recomendado por todas las guías- Café Praga, muy occidental. De hecho, desde Dali estamos “occidentalizándonos” , qué le vamos a hacer..

Resto del día pasado entre buscar el bolso imaginario que vi el día anterior dando una vuelta sola y no volvió a aparecer.. acabé comprando otro que también me gustaba..¿o me lo regaló Loly? Y también grabar las fotos en DVD, y entrar en una tienda donde unas chinas muy simpáticas se probaban unos pantalones extraños por los que nos pedían 160 yuans por cada uno..y salir de la tienda con 4 pantalones y 1 falda ¡¡por 30 yuans cada uno!!.. y dar vueltas, comprando ellos carteras, cinturones...y Loly mil movidas..y así pasamos el día, no hacía buen tiempo como para hacer nada especial o ir a la montaña, demasiado frío, además de lluvia. Y Loly estableciéndose como la reina máxima del regateo chino, aleccionándonos un poco..”takuei lá” (es muy caro) “pu iao, shie shie” (no quiero, gracias) fueron frases que se nos grabaron a fuego a partir de entonces.


Calle antigua en Lijiang


Paseo junto al río

Lijiang habitable, paseable, donde comimos muy bien aunque fuese comida occidental...en el Sakura, un bar enorme de madera bastante chulo y al parecer, también famoso y recomendado en cualquier guía que se precie. Llovía, sobremesa eterna en el Sakura..donde pides pasta con champiñones especificando sin queso..y te los espolvorean todo por encima,¡¡ en fin!!


Escenas de la vida cotidiana



Lijiang también donde nos escaqueamos de pagar el impuesto revolucionario que se le ocurrió meter al gobierno chino así con calzador, el de los 80 yuans por persona. Y le piden a la gente de los albergues, por ser patrimonio de la UNESCO o algo, que lo recauden por toda la cara entre turistas y visitantes, “invitándote” (obligándote) a contribuír al mantenimiento del casco histórico de Lijiang...y también en las principales atracciones de la ciudad, tipo “La casa de Mu” o la “Black Dragon Pool”, lo mismito, ver allí el cartelito, que también está en algunas de las calles principales; pero también hay que decir que con hacerse un poco el loco en el albergue, llega; y en la “Black Dragon Pool” ni siquiera nos lo pidieron..


Chicas de la minoría naxi


Hombres naxi tomándose un respiro del trabajo en la Plaza Sifang

Y Lijiang donde Mr. Morillo hizo un pequeño amigo. El perrito del albergue, pequeñito, que estaba siempre con él, se le tiraba encima, jugaba...mazo entrañable verlos interactuar.. Jorge quiso saber la raza, pero parece ser que se trataba de un tipo de “can de palleiro” chino, hay que ver.. (es que estoy traduciendo el capítulo de gallego a castellano y hay cosas que pierden gracia o no tienen sentido si se traducen...:-P) El caso es que Morillo se quedó triste dejando a su perrito allí en Lijiang, con las buenas migas que habían hecho..la verdad es que era super riquiño..y Jorge super entrañable con él..cuántas veces pensaría más adelante “¡¡Eu voume pa Lijiang!!”, empezando por esa misma noche. Eso sí, la fauna de Chengdu, con los pandas esperando, resultaba por sí misma bastante estimulante también..aunque la que había en el albergue Sim Cozy no nos gustase tanto, pero ésa es otra historia...


Farolillos al atardecer

Día en el que no saqué ni una sola triste foto con la que adornar el diario..Vagamos y vagueamos por las calles, y cuando nos quisimos dar cuenta, ya era hora de volver al albergue, coger todo y tirar para el aeropuerto. Siempre encontrábamos el camino de vuelta muy fácilmente, y justo esta vez que llevábamos prisa nos perdimos un poco por las tortuosas calles de la ciudad Contratamos el servicio de transporte del albergue al aeropuerto, no recuerdo ya por cuantos yuans, puede que 60 u 80 los cuatro..y así dijimos adiós a Lijiang.


Loly:

Cuando nos íbamos del albergue Jorge aún estuvo un rato jugando con su pequeño amigo, hasta que su dueña le dio de comer. El pequeñajo resultó llamarse Bibi (en pinyin, sería algo así como Pipi, con dos “i” muy cortas), y en cuanto vio la comida se revolucionó... a Jorge le dio mucha pena separarse de él, como decía Lau Al salir, era ya de noche. Un coche nos esperaba para conducirnos al aeropuerto, a donde llegamos un rato después; el vuelo salía a las 22:10. Luego facturamos sin problemas y partimos hacia Chengdu, la capital de la provincia de Sichuan (la más afectada por el terremoto del año pasado ).


Jorge jugando con Bibi antes de partir

El vuelo salió puntual, y en hora y poco estábamos en nuestro destino. Fuera estaba cayendo un aguacero infernal, pero apenas nos mojamos, el coche de Sim’s Guesthouse ya nos estaba esperando (nos costó 60Y entre todos). Estaba una noche de pesadilla, con una tormenta de esas de película, con rayos, truenos y un diluvio universal que no paraba. Pero al menos en el coche se iba bien... Nos metimos por una especie de autopista y pronto empezamos a ver la ciudad; era mucho más moderna de lo que esperábamos, una gran urbe llena de rascacielos que desafiaban a la tormenta. Al cabo de un rato, por fin, llegamos a Sim’s. En recepción estaba un chico, que nos dio las llaves de la habitación (25Y cada uno). Le preguntamos también por los billetes y permisos del Tibet, pero nos dijo que eso lo teníamos que ver por la mañana, en la salita de al lado (que es como una especie de agencia de turismo).


Chengdu de noche (foto de google)

Fuimos a dejar las cosas a nuestro cuarto, estábamos bastante hechos polvo... Luego nos tomamos algo, y dimos una vuelta para ver dónde estaban los baños y las salas de estar. A Lau y a mí nos gustaba mucho el albergue, a los chicos no tanto. Deshicimos las mochilas, y Lau y yo fuimos al baño. A la vuelta, íbamos comentando por el pasillo que el sitio estaba bien, que ellos eran un poco sibaritas, y entonces, llegando a la puerta, vemos que Jorge sale disparado de la habitación , y Txema salta de la litera de arriba espantado! ¿¿Qué pasaba?? Nos empiezan a decir “Mira, mira! Y decíais que este sitio estaba bien!!”, mientras Jorge comenta que se va a buscar un Inn por ahí... Y miramos hacia arriba... buah!!! Qué pedazo de araña!!! En mi vida había visto un bicho semejante, era una mega araña, del tamaño de una mano, y con pelo!! argh!! Fuimos a buscar al tío de recepción, que vino al cabo de un momento con una escoba. Miró a la araña y se veía que no sabía qué hacer... así que le dio con la escoba, el bicho cayó al suelo, y el hombre (bautizado desde ese momento como el Chino Atorado) la perdió de vista. Así que se encogió de hombros y dijo que se iba... al menos nos dejó la escoba, eso sí! Y allí nos quedamos, los 4 con cara de póker, sin saber dónde estaba la araña... Me agaché, miré debajo de la cama y... premio! Ya la teníamos localizada otra vez, uff...


La araña!

Daba bastante rollo por lo grande que era... pero al final Lau se atrevió a moverla hacia donde estaba Jorge con la escoba, y le echó Relec encima (un montón!) para atorarla... Y entonces Jorge fue valiente, agarró el palo de la escoba, y la atravesó con él... hizo un sonido como “crunchcrack”, como haría un centollo pequeño , y bueno, nos habíamos librado del megabicho aquel... A mí me encantan los animales, pero aquello os aseguro que daba miedo!

Una vez solucionado el tema, quedaba la pregunta en el aire... por dónde había entrado? La puerta estaba cerrada, había mosquiteras en las ventanas... así que tenía que haber ranuras. Y sí, entre el suelo y la pared había grietas. Había que sellarlas de algún modo, que sino daba un poco de rollo dormir ahí... así que fuimos a la máquina de agua, y llenamos botellas con agua casi hirviendo, que echamos por las ranuras. Luego las tapamos con papel higiénico y por si acaso les echamos Relec Ultrafuerte xDDD Lo mejor fue cuando me levanté, tras realizar la operación... tenía todas las rodillas rojas, parecían ensangrentadas... resulta que la pintura del suelo, roja, se había derretido con el agua hirviendo, y ahora yo estaba pintada como una mona... (lo que me costó quitarme aquello!).

Con la cantidad de Relec que habíamos esparcido por la habitación aquello estaba irrespirable, así que nos fuimos un rato a Internet para que se ventilase Al cabo de una hora regresamos, y ya se estaba mejor, así que tras comprobar que no había más fauna chunga por allí nos metimos en cama. Al día siguiente tocaba madrugar, había que arreglar lo de los billetes del Tibet y después iríamos a ver pandas!!!


Espero que os haya gustado! Esta semana, el siguiente: Chengdu (también conocido como el día del "rollo panda")

Algunas cosillas más sobre el 2º día en Lijiang:

Por la mañana, antes de desayunar, dejamos las cosas listas para el check-out... la puerta de la habitación se caía a cachos, literalmente, y tuvimos que reconstruirla como pudimos, montándola... al final, parecía estable y todo! Debió colar, porque no nos dijeron nada...


Los omnipresentes farolillos

La ciudad es muy agradable, pero tiene un peligro para las compras... yo no soy nada consumista, pero allí había mil movidas chulas, cosas hippies y tibetanas, y aún encima todo era barato... como dice Lau, ahí me consagré como la reina del regateo! Hay tiendecitas de todo tipo (incluidas muchas de antigüedades, donde se pueden ver cosas curiosas), al final acabé comprándome unos pendientes, un batik, una carterita dongba, un bolso dongba, unas lámparas de papel, 2 pantalones y una falda, los chicos se compraron unos guantes de piel por 30Y (3€), Jorge unos cuantos posters comunistas, y seguro que unas cuantas cosas más que ya ni recuerdo...


Plaza Sifang

Lo curioso es que el día anterior habíamos visto un bolso que nos gustaba, y nos habían dado un precio (5 o 6€). No conseguimos bajarlo, y al final al día siguiente, como nos seguía gustando, volvimos. Esta vez estaba otra señora, y nos pedía mucho más por el mismo bolso! Y nosotras intentando decirle que el día anterior nos habían dado otro precio... pero no recordaba la palabra “ayer” y en ninguna de las 2 guías de conversación aparecía esa palabra! Así que al final nada, no nos entendimos, y como nos pedía mucho pasamos.

En Lijiang también hay tiendas de comida típicamente tibetanas, donde tienen corazones de yak, que huelen bastante mal Se nota mucho la proximidad del Tibet, y hay mucha influencia cultural, es una ciudad muy interesante. También se pueden ver en algunos sitios puestos donde venden una especie de gusanos a la parrilla, o algo así, que no tienen un aspecto demasiado apetitoso, la verdad...


Casa tradicional

Cerca de Lijiang hay algunos pueblos interesantes, y si hace bueno se puede ir a la Montaña del Dragón de Jade (lo malo es que cuando estuvimos hacía mucho frío, llovía y estaba nublado, así que no compensaba). Si se dispone de un par de días, se puede ir a hacer alguna ruta a la Garganta del Salto del Tigre, un poco más al norte, y que debe ser bastante espectacular. Nosotros, por desgracia, no teníamos más tiempo, pero nos esperaba el Tibet dentro de nada!

Por cierto! en el café Praga, donde desayunamos, tienen bookcrossing e intercambio de guías y libros, por si a alguien le puede interesar! (y tarta de chocolate! aunque como la de Dali no es...). Y el Sakura es un enorme edificio de madera, muy chulo, lleno de recovecos extraños... está bien para ir a comer, o para pasar una tarde lluviosa

Dios que asco de bicho, si me lo encuentro muero, las arañas son el unico bicho que no puede ver, me dan panico.

Por fin la continuación de este diario, ya era hora, muy chulo el capítulo, gracias a las 2. Pues Lijiang me ha parecido muy pintoresca, quizá algo turística pero debe ser una gozada pasear por esas callejuelas. Lo de las tiendas te comprendo, yo tampoco soy nada consumista pero en por aquellos lares, te transformas viendo un montón de cosas guapas y deseando comprarlas, jajaaja, es como si el consumismo te poseyera xDDDD. Curioso que no me haya pasado esto por Europa.

En cuanto a Chengdú, joderrr, parece Manhattan, me la imaginaba más rústica pero que va.. Y lo de la araña, me parto, vaya bichejo, parece la de el señor de los anillos menos mal que ahí estaba Jorge Sam y la empaló, jeeje. Vaya vaya con los de Sim's, bueno saberlo, yo hubiera pedido otra habitación..

En fin, continua, que ya queda poquito para el Tibet..

Me alegro mucho de que hayas actualizado!!!! Ya tenía ganas! Lijiang me ha encantado... sigo pensando que es tal y como me imagino China cuando pienso en ella.. es muy auténtica, aunque se haya convertido en un hervidero de turistas.

Creo que me moriría si veo un bichejo de ese calibreeee en mi habitación!!! hubiera apoyado la decisión de Jorge de ir a buscar otro sitio donde dormir!! diosssss que ascooooo!

En cuanto a Chengdú...con eso del rollo panda, yo también me imaginaba una ciudad más rústica, estilo Lijiang... pero veo que está super occidentalizada! Q horror tanto rascacielo!!

Esperamos el siguiente capítulo.... q ya hay ganas de ver esos osos panda!!

Hola a todos!! Jeje...vuelvo momentáneamente para comentar 4 cosiñas!

Jajaja..no, si cualquiera hubiera pedido cambio de habitación!! Es lo más lógico! Yo se lo pedí al chino atorado, pero el albergue estaba lleno y el chino pasaba de mí cuando le decía cualquier cosa! Estaba atoradísimoooo!!!

Y sin darnos ninguna solución, se piró de allí sin más, dejándonos con una escoba...para matarlo...!!! Y Loly se ha comido mi intervención en el caso araña, pero he de decir que fui la primera en entrar en esa habitación cuando nadie ya se atrevía por no saber dónde estaba la arañita...arañaza!!! Y una vez localizada yo me acerqué a echarle relec para atontarla y la moví para que a Jorge se le quedase a huevo para rematarla!! Me daba penita matarla yo, pero vamos, con ese bicho no compartía yo cuarto ni pa atrás...!!

Y lo de cambiarse de albergue con la que estaba cayendo tipo diluvio universal...a mí personalmente me daba más pereza que compartir cuarto con la fauna nocturna de Chengdu!!

Besiños a todos!

Pues sí, Lau le dijo al Chino Atorado lo de que nos dieran otra habitación, pero estaba todo completo y era imposible... ella le insistía, pero el chino ni caso. Aún así, nada garantizaba que no pudiera haber otra fauna similar en otras habitaciones! Jorge fue el más valiente porque se atrevió a cargársela (con crujido incluido ), pero Lau también, al fin y al cabo fue quien sacó a la araña de debajo de la cama!

Lijiang nos gustó mucho, es una ciudad pequeñita pero súper agradable... en casi todas partes de China han tirado los edificios y casas antiguas (sin ir más lejos, en Beijing están tirando muchos hutongs), pero quedan aún unos cuantos pueblecillos y ciudades donde han decidido conservar lo antiguo, como en Pingyao, Lijiang, Dali o algunos pueblos de minorías étnicas. Vale la pena ir a estos sitios, es como transportarse a otro mundo... Y bueno, hay bastantes turistas, pero tampoco es como ir a Florencia o sitios así... muchas calles son aún muy tranquilas. si vais a China, no os perdáis Lijiang!

Chengdu también nos sorprendió a nosotros, la esperábamos distinta... pero bueno, tampoco estaba mal. Además del centro de los pandas, tiene unas cuantas cosas para ver (que no vimos, como descubriréis en el siguiente capítulo ), y desde allí se puede llegar a lugares tan interesantes como los parques naturales que hay al norte, Songpan o Leshan. Es una zona que merece una visita en profundidad, sin duda

El capítulo de los pandas, en breve... estoy reescribiendo alguna parte, y seleccionando las fotos, pero creo que mañana lo tendréis!

Os dejo el siguiente capítulo, espero que os guste! ayer no lo pude colgar por culpa de la tormenta, se iba la luz!

Día 28 de septiembre de 2007- Chengdu

Nos levantamos tempranito y fuimos a preguntar por los billetes y permisos del Tibet. Ya estaba todo listo, pero faltaba pagar una parte; quedamos en hacerlo a nuestro regreso del centro de los pandas. Finalmente no había sido posible conseguir los vuelos de salida del Tibet a Lanzhou (todos los vuelos habían sido cancelados ), así que decidimos quedarnos un día más en el Tibet, y volar directamente a nuestro siguiente destino, Xi’an. Lo único chungo era que nos quedaríamos sin ver Maijishan, que debe ser impresionante… (es uno de los 4 grandes complejos de cuevas budistas en China, pero su forma es muy diferente a la de los otros 3; la próxima vez que vaya a China espero poder verlo!).

Compramos un par de cosas para desayunar en una tiendecita junto al hostel, y salimos a la calle principal, Bei Dajie, para buscar el modo de ir hasta las afueras. No sabíamos dónde estaba la parada de bus, y aunque la encontrásemos tendríamos que hacer un transbordo, así que optamos por pillar un taxi, que era lo más sencillo y rápido. Pronto pudimos parar uno, y pusimos rumbo al norte de la ciudad.

El Centro para la Investigación y Reproducción del Panda Gigante está a unos kilómetros de Chengdu, en las afueras. Nos llevó unos 10 minutos llegar hasta allí, y el taxi nos dejó en la puerta. Pagamos 30Y cada uno, y entramos. Este centro se creó en el 87 para estudiar a los pandas, en peligro de extinción, y facilitar su reproducción, cada vez más difícil. Cuando empezaron, tenían sólo 6 pandas que habían rescatado, y en el momento en que fuimos había ya algo más de 60. Desde que abrieron el centro, han nacido allí más de 100 pandas! Por supuesto, no se trata de un zoo (yo odio los zoos!) sino de un centro creado para conservar una especie, en el que los animales pueden moverse con total libertad en la mayoría de las zonas. Según WWF, quedan sólo unos 1.600 ejemplares en libertad. Además del centro de Chengdu, en la zona sur de la provincia de Sichuan se han creado una serie de santuarios del panda gigante (7 reservas naturales y 9 parques) para contribuir a conservar la especie, que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad.

El recinto es enorme, y es conveniente hacerse con un mapa, para saber cómo llegar de unas zonas a otras sin desorientarse.


Mapa del Centro

Según el mapa, si seguíamos en línea recta llegaríamos al recinto nº 14 (6 en el mapa), el que estaba más cerca; fuimos hasta allí, y pudimos ver a varios pandas!! Éstos estaban en una especie de casa, descansando, y sólo uno andaba por fuera. Por lo que leímos, estaban allí para recibir algún tipo de cuidado. Luego fuimos a la zona de los pandas adultos, y ahí sí que pudimos ver a unos cuantos pandas durmiendo a pierna suelta y comiendo. No se veían muchos, pero aún así habíamos tenido suerte, el día estaba medio nublado; la tormenta del día anterior había hecho que el ambiente estuviera fresco y a los pandas les apeteciese andar al aire libre; cuando hace más calor se esconden en sitios más frescos y se echan a dormir , y no hay manera de verlos! (si vais a ir en día de calor, procurad estar cuando abren el centro, a esa hora suelen estar más activos; luego les dan de comer y muchos se esconden).


Un panda adulto comiendo bambú


Disfrutando de la siesta!

Uno de los grandes problemas que presentan los pandas es el de la alimentación, sólo comen ciertos tipos de bambú (unos 20 tipos, de los 300 que hay), que debido a la deforestación han ido desapareciendo de las zonas donde vivían los pandas, poniéndoles en peligro, desplazándoles a zonas más remotas y fragmentando su hábitat. Algo bastante curioso de los pandas es el tiempo que pasan comiendo cada día, pueden estar unas 14 horas engullendo bambú! Esto se debe a que su cuerpo no está preparado para digerir la celulosa, y necesitan comer enormes cantidades de bambú (de 12 a 38 kg!) para aprovechar la parte que necesitan diariamente. En el centro compran bambú de los tipos que comen los pandas, y les alimentan con ello; en libertad cualquier problema que afecte al bambú puede suponer la muerte de muchos pandas, como ocurrió en los 70, cuando murieron más de 130 pandas en una zona de Sichuan, al secarse las plantas que comían

Otra peculiaridad de los pandas es que su muñeca ha evolucionado hasta crear una especie de falso pulgar, que les sirve para agarrar las cosas, como el bambú, algo que la mayoría de los animales no pueden hacer. Era una pasada ver cómo agarraban el bambú y comían… Los pandas se pasan todo el rato comiendo, es impresionante!!

Después localizamos la guardería, y tiramos hacia allí; cuando llegamos, un cartel avisaba de la prohibición de hacer fotos, y un poco más adelante había un edificio con un gran cristal. Nos acercamos, y los vimos!!! Había 4 bebés panda dentro, cuidados por enfermeros. Está prohibido sacarles fotos porque si saliese un flash por error podría dañarles los ojos de por vida, cuando son tan pequeñitos son muy sensibles. Eran lo más bonito que he visto en mi vida! Había dos un poquito más grandes, y dos algo más pequeños. Parecían ositos de peluche, eran tan curriños!!! Había también unas pantallas donde se podía ver a algunas madres con sus crías, cuidándolas.


Los bebés panda que vimos eran más o menos como éstos



Salimos de ahí flipando y nos separamos un momento; Lau bajó hacia la zona de los pandas subadultos y nosotros dimos una vuelta por la zona cerca de la guardería; pasaron unos minutos, y me llegó un sms suyo diciéndome que fuera, que había unos pandas bastante activos allí! Fui corriendo, y quedé con los chicos en otro sitio, donde estás las crías un poco más grandes. Cuando llegué junto a Lau, había dos pandas, uno jugando y otro comiendo. Lau le llamó al primero Panda-Lau y al segundo Panda –Loly fui a buscar a los chicos para que los vieran, pero al llegar resulta que estaban en la zona de los pequeños, y allí había un montón de pandas pequeñitos jugando, bañándose y haciendo monerías! Total, que fui corriendo de nuevo a buscar a Lau y volví con ella, para que no se perdiera el espectáculo! Los pequeños no están siempre fuera, duermen mucho!


El Panda-Lau (ya durmiendo) y el Panda-Loly


Lau y el Panda-Loly


Pequeños disfrutando de un baño


Jugando!

Cuando estuvimos todos juntos de nuevo, decidimos ir a ver los pandas rojos, otros animalitos entrañables, que también están en peligro de extinción; se calcula que hay sólo unos 2.500 ejemplares en todo el mundo. De las dos zonas, la pequeña estaba cerrada al público por ser época de reproducción, para que las madres pudieran estar tranquilas; así que fuimos a la otra. Al llegar, vimos uno! Era un animalito precioso, con un pelaje rojizo muy bonito, una cola muy larga, y una carita muy simpática. Luego empezaron a venir otros, eran mucho más activos que los pandas gigantes! La verdad es que casi me gustan más que los otros pandas, estos pequeños eran tan curriños! En este caso también tuvimos suerte con el tiempo, si hace calor se esconden y duermen todo el rato! Estuvimos un montón de tiempo allí, viéndolos comer, jugar, subirse a las plataformas de troncos y a los árboles… Yo como friki que soy les dije un par de palabras en chino a un panda rojo, para asombro de un americano que había allí al lado (me llegó a preguntar en qué lengua les estaba hablando xDD). Lau y yo estábamos súper felices con los animalitos, mientras los Jorge y Txema despertaban la admiración de un grupito de chinas que había allí al lado (de hecho, una vino y nos dijo “wow! vuestros novios son muy guapos!”).


Pandas rojos





Entonces, escuchamos a una chica decir que iban a estar con un panda rojo! Fui a preguntarle, porque sabía que en el centro es posible coger a un panda rojo joven, estar junto a un panda gigante o coger una cría de panda gigante, pagando. Y hubo suerte! En unos minutos vendría la cuidadora, y nos podíamos hacer fotos con un panda rojo! Para que no sea algo masivo es necesario pagar por ello, pero como el dinero es para el centro no me parece mal empleado. Vino la cuidadora, y tuvimos que ponernos unas batas azules y guantes para no transmitir enfermedades al animal, y viceversa. Luego fuimos pasando por orden; podías estar muy poco tiempo con el pequeñajo, pero era una cosiña tan bonita que estábamos emocionados! Txema decidió no entrar, pero Lau, Jorge y yo sí lo hicimos (50Y cada uno). Al cogerlo en brazos, notabas cómo le latía el corazón, y el pequeño comía un trozo de manzana todo feliz, mientras estaba contigo… ayy, qué emoción!!


Los tres, felices con el panda rojo





Al salir, pasamos a ver otra vez a los pequeños un momento, estaban dormiditos… Luego fuimos a comer a un restaurante que hay cerca del lago. Había cosas un poco raras, pero no estaba mal. Pedimos varias cosas: huevos con tomate, unas verduras, unas setas, y el omnipresente arroz. Al terminar, Txema comentó que le apetecía ir a ver si encontraba una tienda de productos electrónicos, el pobre estaba harto de pandas! A Jorge le apetecía quedarse un poco más, pero al final optó por acompañarle, y nos quedamos Lau y yo


Los pequeños de antes, ya durmiendo


La vegetación del parque es muy frondosa y tropical

Nos pasamos el resto del día yendo de una zona a otra, flipando con todos los animalitos, viendo a los pequeños, a los pandas rojos de nuevo, etc. A mitad de la tarde fuimos a ver un documental sobre la reproducción de los pandas, no duraba mucho y era muy chulo! La parte en la que se veía cómo crecían las crías desde su nacimiento era preciosa (y con música de Enya de fondo! cada vez que escucho Wild child recuerdo a los pandas!). Uno de los motivos por el que se creó el centro de Chengdu es para ayudar a los pandas a reproducirse, y a que las crías sobrevivan. Sólo el 10% de los pandas consigue aparearse de forma natural, y cuando nacen las crías muchas veces mueren porque las madres inexpertas no saben cómo cuidarlas, o incluso las aplastan sin querer a veces (si nacen dos, en libertad suele morir una, pero aquí intentan que sobrevivan ambas).


Una cría de panda


Más pandas!



Al salir era un poco tarde, así que había que pensar en ir saliendo. Fuimos un momento a ver por última vez a los pandas subadultos, los pequeños y los pandas rojos, y echamos a andar hacia la entrada. Nos daba pena irnos… y habíamos estado unas 9 horas allí!!! 9 horas viendo pandas! paramos un momento en la tienda de recuerdos, pero era todo bastante caro, y salimos. Pero en aquel momento había nacido ya lo que luego Txema bautizaría como “rollo panda” entre Lau y yo , estar 9 horas entre pandas nos unió un montón! A partir de se momento, se creó un súper buen rollo entre las 2 que duraría el resto del viaje.

Por la carretera no pasaban apenas coches, pero había un taxi. Era bastante grande, y pensamos que sería caro (los taxis en China no cuestan todos igual; normalmente un coche más grande es más caro, y en algunas ciudades se reconocen los más baratos por su color -algunos llevan también escrito el precio-). Pero no había más opciones, así que nos subimos en él y le pedimos que pusiera el taxímetro. El hombre lo puso, y le dijimos que nos llevase a la tumba de Wang Jian, de la dinastía Tang (s. X).

En Chengdu hay varios sitios interesantes, como el templo Wenshu, un par de parques, un monasterio de monjas budistas, la casa del poeta del siglo VIII DuFu… Pero lo único que podía estar abierto tan tarde era la tumba. Al cabo de un buen rato, y varios atascos después, llegamos a la Tumba; pero por desgracia estaba cerrada por reformas! Así que volvimos a Sim’s. Al llegar, nos encontramos con los chicos, que no habían encontrado la tienda de productos electrónicos. Fuimos a pagar lo que faltaba del Tibet y recogimos nuestros billetes. Los permisos del TTB los llevaría el conductor y los enseñaría él mismo; nosotros no los llegaríamos a tener. Ojo! Si vais a pagar aquí algo, aseguraos de tener efectivo; si pagáis con tarjeta os cobran una comisión. A nosotros no nos quedó mas remedio, porque no sabíamos dónde encontrar un banco a aquellas horas.

Estábamos un poco cansados, y al día siguiente salíamos hacia el Tibet, así que no queríamos acostarnos tarde. Al parecer, en Chengdu hay muchos sitios donde preparan los tallarines en el momento, estirándolos, y es todo un espectáculo; también hay el famoso picante de Chengdu (uno de los tipos pica tanto que los dentistas lo usan para anestesiar!), y otros platos típicos; pero no nos apetecía mucho movernos, y nos quedamos en el albergue a cenar. Tomamos un zumo de sandía que estaba súper bueno, y luego, mientras nos preparaban la comida, estuve un rato hablando con un chico que acababa de regresar del Tibet. Venía emocionado por lo que había visto, qué ganas de ir me dio!! Luego cenamos. Cuando terminamos, a eso de las 20:00, yo me moría de sueño! Nos fuimos a cama pronto, al fin y al cabo habíamos comprado los billetes para el primer vuelo de la mañana, y a las 4 y poco teníamos que salir en coche hacia el aeropuerto!!


Hecha papilla después de un día intenso


Bueno, espero que no os haya resultado aburrido, como prácticamente lo único que hicimos en todo el día fue ver pandas...

En breve, el próximo capítulo, Chengdu-Lhasa, en el que llegamos al Tíbet!!

Qué chuladaaaa!!!! Q bonitos los panda! Me ha encantado el capítulo!! Además, acabo de descubrir que existen los pandas rojos!!!

En serio comen de 12 a 38 kg de bambú diarios??? Qué pasote!

A mí no me hubiera importado tirarme las 9 horas en el parque dando vueltas! Cuando se trata de especies que no estás acostumbrado a ver en tu país debe ser una pasada.

Además, se ven tan abrazables....dan ganas de estrujarloss... aunque como te descuides te estrujan ati! jajaj

Uyyyyyyyy.... qué ganas de leer esa entrada a Lhasa!!! Continua por fa!

Me alegro de que te haya gustado el capítulo!

Es curioso, me he dado cuenta de que hay muchísima gente que no conoce a los pandas rojos, nosotras desde pequeñas ya los conocíamos por fotos de los libros de fauna de mis padres, pero Txema tampoco sabía que existían. Y son taan bonitos!

Se pasan todo el día comiendo, tanto los pandas gigantes como los pandas rojos, con algunos flipábamos, volvías una hora después y seguían engullendo bambú en la misma posición! a veces nos quedábamos un buen rato mirando cómo comía un panda gigante, y lo único que hacía era estirar el brazo para coger más bambú cuando se le acababa el que había pillado antes... y vuelta a empezar cuando se le acababa ese, era una pasada!

Los pandas rojos también comen mucho, pero son más activos, están un rato comiendo, luego suben a un árbol, corren por ahí, vuelven a comer... son unos animalitos muy simpáticos! y el pequeñajo con el que estuvimos era tan abrazable!


Estoy ya con el siguiente capítulo, a ver si el martes os lo cuelgo!

Citación :

Jorge y Loly, más frikis que nunca

Vaya, había perdido de vista este diario hasta hoy.

Me parto con tu cara Loly, posas con una naturalidad como si llevases con ese gorro en la cabeza desde los 6 años jajaja.

Bueno, es que soy así de natural y espontánea! natural&cool, como las patatas fritas de China! Verdad, Lau? Aún así, a mí me parece más friki la foto en la que salgo vestida de miao...

lolyvill escribió:

Bueno, es que soy así de natural y espontánea! natural&cool, como las patatas fritas de China! Verdad, Lau? Aún así, a mí me parece más friki la foto en la que salgo vestida de miao...

Si... bueno...no quería decir nada

Por fin ha continuado el diario!! Tengo mas ganas que nunca de que continue porque ya llegamos al Tibet!!!!!!!!!

No tardes mucho, eh??? Qué bonitos los pandas, es verdad que dan ganas de estrujarlos!!

Se nota que disfrutaste ese día, ehh, con lo que te gustan los animales, estoy segura que se te caía la baba todo el rato con los pandas, pero y a quién no? Buen capítulo, mola el rollo-panda y sobre todo esos animalitos tan monos...

Bueno, siguiente parada, Lhasa..

Bueno, ahí va el siguiente capítulo! el día que llegamos a Lhasa!! no os acostumbréis mucho a este ritmo, que en cuanto empiece otra vez con el Master iré más despacio...


29 de septiembre de 2007 Chengdu-Lhasa

Tuvimos que levantarnos tempranísimo, nuestro vuelo salía a las 7:20 y había que estar en el aeropuerto con bastante antelación, así que nos habían fijado el transfer a las 4:30. Nos levantamos sin mucha antelación, ya habíamos dejado todo listo, y enseguida salimos. Qué emoción, nos íbamos al Tíbet!!!

En la puerta nos esperaba el coche; el de recepción le dio unos papeles al chico que conduciría, y nos fuimos. Yo iba delante, así que pude ver que los papeles, ahora en el salpicadero, eran nuestros permisos del TTB, me daban ganas de guardármelos! Al cabo de un rato llegamos al aeropuerto, facturamos sin problemas y pasamos el control. El conductor vino con nosotros y fue él quien enseñó nuestros permisos; luego se los guardó, se despidió de nosotros y se fue. Como aún teníamos tiempo, estuvimos desayunando en una cafetería que había al fondo de la zona de embarque (no veáis la impresión que me dio cuando vi el mismo lugar sacudido por el terremoto del año pasado en un vídeo...). Luego, por fin, embarcamos. El avión salió puntual, y poco después empezaban a verse unos paisajes impresionantes allá abajo... sobrevolábamos el Himalaya!! Algunas cumbres, las más altas, estaban nevadas, pero nos sorprendió ver que muchas otras, a pesar de ser muy altas también, no estaban cubiertas por la nieve! El vuelo duró 2 horas... hacia las 9 nos aproximamos al valle del Yarlung Tsanpo (más conocido como río Brahmaputra cuando entra en India), y el avión se metió entre las montañas, aquello era impresionante!! Sobrevolamos el valle y por fin aterrizamos en el aeropuerto de Gongkar. Esperamos a que salieran las maletas, y salimos al hall; los policías chinos que había por allí nos parecieron bastante más hostiles que los que habíamos visto durante todo el viaje, pero bueno, supongo que es normal, al fin y al cabo se trata de un territorio ocupado...


Sobrevolando el Himalaya




Valle del Yarlung Tsanpo

Al salir, todo fue bastante sencillo, los buses a Lhasa salen de delante de la puerta principal del aeropuerto (35Y). Esperamos un poquito, y subimos. La mayoría de la gente iba en los buses-rebaño de las agencias... nos alegramos de haber elegido ir a nuestro aire! El bus no iba lleno del todo, y había sitio suficiente. Nos pusimos en marcha y empezamos a recorrer unos paisajes impresionantes, a orillas del Yarlung Tsanpo. De vez en cuando se veían casitas típicamente tibetanas y banderas de oración, era muy chulo! Lhasa está a unos 98 km del aeropuerto, y lleva entre hora y media y dos horas recorrerlos. Fuimos súper entretenidos viendo el paisaje, alguno que otro echó una cabezadita, y de repente... el Potala!!! Qué emoción!! Siempre habíamos soñado con verlo, y ahora lo teníamos ahí mismo, al lado... En ese momento, se nos acabaron las cintas de una videocámara pequeñita que llevábamos... ya no habría más vídeos del viaje!


Valle

El bus nos dejó en una estación de autobuses que hay en una calle cercana al Potala. Cogimos las mochilas, que empezaban a pesar lo suyo, y tiramos hacia nuestro alojamiento. Teníamos hecha una reserva en un pequeño hostal regentado por tibetanos, el Aku Tonpa. Está en Tsomoling, una callejuela perpendicular a Beijing Dong Lu, antes de llegar al Yak Hotel. Al llegar, resulta que no tenían libre una misma habitación de 4 personas para los 3 días, así que tendríamos que cambiar a la noche siguiente. Bueno, qué se le iba a hacer... Esa semana los precios se incrementaban de 30 a 40 Y por persona y noche, al ser la semana del Día Nacional (1 de octubre), pero le enseñé a la chica el correo que me había mandado y le dije que nos tenía que respetar el precio. Al final nos dijo que vale, nos lo respetaría, y también podríamos dejar allí las mochilas grandes mientras íbamos al EBC. El Aku Tonpa no está mal, lo peor son los baños, estilo agujerito en el suelo y malolientes... Pero bueno, por 3 € la noche estaba bien, las habitaciones estaban limpias y el sitio está céntrico.


Yendo hacia el hostal, con el Potala al fondo

Dejamos las mochilas en la habitación y fuimos directos al FIT del Banak Shol para preguntar por el viaje al EBC. Iríamos en una furgoneta con el conductor y el guía, y nos costaría en total 7500Y. Si encontrábamos una 5ª persona, saldríamos a 1500 cada uno. El alojamiento, entradas y comidas no estaban incluidos, pero elegiríamos nosotros qué hacer en cada momento, y dónde dormir. Yo quería meter en el itinerario un pequeño monasterio de mujeres a orillas del lago Yamdrok-Tso, pero el gobierno chino había prohibido llegar hasta la orilla esos días, así que nada... Todo el itinerario lo diseñamos nosotros, y salvo un par de sitios temporalmente restringidos era lo que teníamos pensado en un primer momento: Lhasa-lago Yamdrok-Tso-Shigatse-Sakya-New Tingri-EBC-Gyantse-Drolma Lakhang-Lhasa, en 5 días. Era bastante completo! Pagamos un depósito de 1000Y, y el hombre quedó en buscarnos también algún compañero de viaje si aparecían viajeros solos por allí

Después, fuimos a comer a la terraza del Banak Shol. Pedimos unas cuantas cosas típicas (los chicos probaron el yak), y asistimos al espectáculo que estaban dando un grupito de españoles detrás...Las tías estaban probándose unos saltos de cama allí mismo, y los comentarios entre ellas eran de lo más tonto... en plan “ay, estás estupenda”, “te queda ideal” y chorradas superficiales por el estilo... nos reímos un montón! Es que era esperpéntico verlas así vestidas allí... Después de comer pensé en ir al baño, pero aquello estaba lleno de moscas y olía fatal, no fui capaz...


Lau, con las españolas y sus saltos de cama de fondo

Salimos del restaurante y nos dirigimos a la plaza del Barkhor. Aquello impresionaba! Una plaza enorme, monjes budistas vestidos de rojo y amarillo azafrán por todas partes, peregrinos, un montón de puestecillos, y al fondo dos grandes postes cubiertos de banderas de oración (representan los estandantes de guerra de la región de Amdo, ahora símbolos de paz), y el Jokhang!! Llegando ya al Jokhang, había una estructura cerrada, semisubterránea, con unas ventanitas con rejas en forma de nudo infinito (uno de los 8 símbolos del budismo) por donde podías ver que dentro había miles de velitas de mantequilla de yak ardiendo continuamente... era una pasada!! Si hay un olor que caracteriza al Tibet, es el de la mantequilla de yak, está por todas partes, sobre todo en los templos...


Plaza del Barkhor


Pilar lleno de banderas ante el Jokhang


Anciano rezando ante la habitación de las velitas

Lo mejor es quedarse quieto delante del templo y ver pasar a la gente... hay un trasiego continuo de peregrinos haciendo la kora, gente rezando ante el templo, monjes que pasan, etc. Después de observar un rato en silencio, fuimos recorriendo la kora (ojo! siempre en el sentido de las agujas del reloj, nunca al revés!), mezclándonos con los peregrinos y el bullicio de la gente, mujeres de largas trenzas con piedras de turquesa y coral, ancianos girando sus ruedas de oración... parecía que estábamos en otra época!


Entrada al Jokhang


Recorriendo la kora; fijaos en las farolas


Anciano peregrino

El gobierno chino, como parte de su estrategia de colonización cultural, ha colocado tanto en la kora del Barkhor como en la plaza que hay ante el Potala unas farolas iguales que las de la Plaza de Tiananmen, horribles... Aunque lo peor es que antes la zona del Barkhor estaba compuesta de multitud de callejuelas, pero en los 80 el gobierno chino, esgrimiendo razones de seguridad (decían que por allí podrían escapar fácilmente los tibetanos insurgentes), decidió tirar toda esa parte del barrio tibetano y construir la gran plaza ante el Jokhang, para poder acceder al corazón del barrio en cuestión de minutos si hay alguna protesta. De hecho, se han cargado tanto la zona que cuando propusieron que el Barkhor fuera incluido en la Lista de lugares Patrimonio de la Humanidad, la UNESCO les dijo que ni hablar, porque lo habían modificado tanto que había perdido gran parte de su esencia


Jokhang y Plaza del Barkhor


Niñas tibetanas merendando ante el Jokhang

Nos paramos a curiosear en un par de puestos; los había de puertas de tela, banderas de oración, ropas para los monjes, mantequilla de yak, antigüedades, minerales... Yo me fui haciendo mentalmente una lista de cosas tibetanas que me gustaría comprar (una rueda de oración, una máscara de una de las manifestaciones de Buddha, una trompeta tibetana, alguna turquesa, una puerta de tela... casi todo frikadas!). Los chicos se fueron a dormir una siesta, y me quedé con Lau un rato. Recorrimos otra vez la kora y volvimos a la parte delantera del Jokhang, donde flipamos de nuevo con la gente que rezaba, las familias enteras que habían ido allí a peregrinar, los monjes... aquello era increíble. Sentíamos que estábamos viendo las manifestaciones de una cultura que está desapareciendo cada vez más rápido...


Gran incensario ante el Jokhang; hay 4, que marcan la kora, y en ellos queman ramas de enebro


Detalles del Jokhang




Familia descansando


Peregrinas rezando

Luego, a eso de las 17:00, decidimos volver nosotras también al hostal, para descansar un rato y así adaptarnos mejor a la altura. Cuando estábamos llegando, a la entrada de una callejuela, una furgoneta giró bruscamente para meterse hacia allí, y casi nos atropella! De hecho, golpeó a Lau! Yo me puse delante y le grité un par de improperios a la china que conducía , con la suerte de que un policía que había allí vio lo que ocurría y le fue a poner una multa Lau se rayó un poco, cosa que no me extraña; por suerte no se había hecho daño (sino mataba yo a la china!), pero vaya susto! Volvimos al hotel y estuvimos un buen rato durmiendo (o al menos intentándolo, yo no tenía mucho sueño, pero me vino bien el descanso).

Después volvimos a salir. Regresamos a la plaza del Barkor, y vimos cómo la gente continuaba rezando con sus esterillas ante las puertas del templo cerrado; había ya menos movimiento, los puestos de la plaza estaban cerrados y quedaban pocos peregrinos. Y entonces, Lau y yo vimos que la puertecita de la estructura de las velitas estaba abierta, y unas escaleritas bajaban! no lo pensamos dos veces, pensamos "bueno, si nos quieren echar ya nos dirán algo", y bajamos! entramos en silencio. El suelo resbalaba bastante, estaba todo lleno de mantequilla de yak, y el olor era muy fuerte. Estaba abierto porque estaban reponiendo las velitas que se habían quedado sin mantequilla. Allí abajo había algo especial, espiritual, con aquellos miles de velitas encendidas, a las que acudía a rezar tanta gente todos los días... estar allí era increíble... estuvimos un momentito allí abajo, y luego subimos de nuevo sin hacer ruido. Como en casi todas partes, si muestras respeto nadie te dice nada


Gente rezando de noche


Bajando


Velitas

Dimos una vuelta, y luego fuimos al Dunya a comer algo y tomar un té contra el mal de altura, para prevenir sus efectos. Yo pedí unas espinacas que no estaban mal, pero eran un poco extrañas (aún así, yo había llegado al Tibet pensando que me iba a tener que alimentar a base de muesli, poco menos, y había más variedad y opciones para vegetarianos de lo que esperaba!). Después, por fin, nos fuimos a cama. Al día siguiente había que ir a conseguir las entradas para el Potala, y los chicos no estaban muy por la labor, así que decidimos ir Lau y yo, nos levantaríamos a las 4 de la mañana para asegurarnos de pillar una buena hora!


Espero que os haya gustado!! esta semana a ver si cuelgo el siguiente, nuestro primer día entero en Lhasa...

Ayyy, qué recuerdos!! La llegada a Lhasa, la primera vez que ves el Potala, el Barkhor, las callejuelas, el impacto al ver tanta espiritualidad en la gente, tanta devoción, que hace que sientas que ese lugar es muy especial.. y sobre todo, el sueño cumplido de llegar hasta aquí..

No sabía lo de las farolas en el recorrido de la kora, a mí lo que me indignó mucho fue ver la bandera china en lo alto del Potala

Bueno, esperando el siguiente capítulo!

Joooooooo!!! que ganas de ir a Tibet!!!!!

Solo espero que en marzo, que es el 50 aniversario del exilio del Dalai no se lien mas revueltas, aunque he leido en foros que sí se esperan, sobre todo en Lhasa. En fin, espero que no pasa nada y no cierren las fronteras como el año pasado...

Continúa pronto que estoy deseando seguir leyendo!!

Lolyyy, que ganas tenia ya de leer este diario y esa esperada llegada al Tibet !
Ya pude leerme todo el diario de corrido y la verdad es que esa parte sur de China debe ser increibleee, todas las ciudades y pequeños pueblitos que visitaron tienen que ser una pasada !

Los Paisajes de Yangshuo al atardecer, Dali y el puente del lago y el parque de las 3 Pagodas (lastima que estuviera cerrado) y todo Lijiang con su estanque son los lugares con los que me quedo.

Esa historia del té de sardina y jugar a adivinar cual será en la montaña del dragon, jajajaja (no me quiero imaginar que tal estaba ese té) y esa mega araña en Chengdu !!!! jajajaja

Ánimo con el diario que aqui tienes otro seguidor !

Bueno, he tardado unos días más de lo previsto, pero ahí os dejo el siguiente capítulo! nuestro segundo día en Lhasa... espero que os guste!

30 de septiembre de 2007- Lhasa

A las 4 sonó el despertador... no nos encontrábamos mal debido a la altitud, aunque sí más cansadas de lo habitual, vaya palo tener que levantarnos tan temprano! Pero bueno, bien lo valía, que íbamos a hacer cola para conseguir entradas para el Potala!! Así que, con un poco de esfuerzo, nos despegamos de las sábanas, nos abrigamos bien y salimos. Por las calles no había ni un alma, estaba todo súper desierto mientras caminábamos por la ciudad dormida y oscura... Recorrimos Beijing Lu en dirección al Potala; hacía mucho frío, menos mal que habíamos cogido las North Fake! Al cabo de un ratito llegamos a la parte de delante del Potala, impresionaba! A esas horas aún estaba a oscuras, pero se apreciaba más o menos, es tan imponente... No sabíamos muy bien por dónde teníamos que ir, pero algo habíamos leído, y nos acabamos orientando. Según llegas, pasas toda la fachada principal, y al llegar al final de todo tuerces a la derecha. Ahí está la puerta por la que se sale, y también las taquillas.

Cuando llegamos, a pesar de que estábamos en plena semana de celebración del Día Nacional, no había tanta gente... Claro que aún no eran ni las 5! Ante la puerta estaban 4 o 5 chinos de agencias, y detrás ya nosotras. Algunos habían puesto un papel en el suelo para guardar el sitio, y andaban por allí. Luego llegó otro, al cabo de unos minutos, y puso en el suelo un kleenex, detrás de otros papeles que habían puesto los anteriores, colándose delante de nosotras! Claro, dos chicas allí solas... no nos tomaban en serio! los chinos se miraban y se reían... Si aún se creerían que íbamos a dejar que se colara! Yo pillé un papel que tenía, Lau miró al que acababa de poner el kleenex, le sonrió en plan “te jodes, chaval” , arrastró su pañuelo de papel y puso nuestro folio delante. Los otros se partían! XDD

Luego vino la larga espera... al estar casi quietas, nos congelábamos! Hacía mucho frío! Nos turnamos para dar pequeños paseos y también para sentarnos, tanto tiempo de pie acababa siendo muy desagradable. Luego salió el sol, y la situación mejoró un poco, empezamos a entrar en calor. La cola detrás de nosotras ya se había hecho interminable... A las 7:30, por fin, se abrió la puerta principal, y pudimos entrar en una zona para seguir haciendo cola, pero sentados! Genial... además, ya empezaba a hacer una temperatura mucho más agradable, menos mal! Tuvimos que esperar aún 2 horas más, hasta las 9:30, a que abriera la taquilla. Cuando por fin eso sucedió, nos tocó esperar aún unos 15 minutos, el sistema de venta iba un poco lento...

Para comprar las entradas (cada persona puede sacar 4) necesitas presentar el pasaporte de las personas que van a entrar, y pagar 100 Y por cada una (unos 10 €). Te dan una hora fija para entrar, y va por orden. Como habíamos madrugado tanto, nos tocó a primera hora (aún no lo sabíamos, pero resultó ser todo un privilegio!). Eso sí, en algunas épocas del año hay gente de las agencias que se va ya la noche anterior a hacer cola! Lo mejor es llegar no más tarde de las 5:30-6, si no te arriesgas a no tener entradas... (y a esas horas ya hay mucha cola a veces). Nos tocó una taquillera bastante seca, pero pronto tuvimos nuestras preciadas entradas!


El Potala




Delante del Potala

Al volver a la parte delantera del Potala, flipamos... peregrinos llegados de todos los rincones del Tibet se agolpaban delante de la acera, rezando, estirándose para sus oraciones y caminando (y es que alrededor del Potala también hay una kora), era impresionante verlos! Nos fijamos en que ahí también había las mismas farolas “Tiananmen style” que en el Barkhor... Nos acercamos hasta la entrada, para saber bien a dónde ir al día siguiente. Había un montón de peregrinos esperando para entrar; a ellos sólo les cuesta 1 Y entrar. Se puede saber más o menos de qué zona es la gente por la ropa y los adornos que llevan: hay mujeres nómadas de Amdo, con largas trenzas, que suelen adornar con hebras rojas y turquesas (a veces las llevan como colgantes); hombres de Golok con capas de piel de oveja y sombreros de fieltro; Khampas del este del Tibet con borlas negras o rojas trenzadas en el pelo y una daga colgada en la cintura, etc. Es una pasada quedarse un rato observando a la gente...


Gente rezando en la kora




Peregrinos esperando para entrar en el Potala

Luego volvimos al Aku Tonpa para darnos una ducha, hacer la colada y descansar 1 poquito. Nos llevó bastante tiempo lavar las cosas, pero al final terminamos, y teníamos todo limpio, por fin! Subimos al tejado a tender la ropa, y se veían los tejados de Lhasa... molaba mucho! Después cambiamos de habitación, y fuimos a comer. Justo antes, vimos que teníamos respuesta a nuestro anuncio, genial! Un chico israelí, Jonathan, quería unirse a nosotros. Le dejamos una nota para vernos después de comer, delante del Snowland, y salimos. Solíamos comer temprano, de hecho eran poco más de las12 cuando llegamos al que se convertiría en uno de nuestros lugares favoritos en Lhasa: el restaurante Snowland! En el restaurante hay un montón de camareras, pero no se enteran de nada, y son como hormiguitas... nos reíamos un montón con ellas! Una de las cosas buenas de ese sitio es que hay tanto comida occidental como tibetana o china, y tienen una tarta de chocolate que está impresionante! (aún así, la mejor sigue siendo la de Dali!).

Ese día pedimos los típicos momos tibetanos (los míos de verduras), que son un poco fuertes... En mi caso no hubo problema, porque al ser de verduras no llenaban tanto; pero Lau se acabó los suyos, y justo al salir se empezó a encontrar mal... Al estar haciendo su cuerpo un esfuerzo para hacer la digestión, bajaba más sangre al estómago, y eso unido a la altitud formaba una combinación explosiva. Se puso fatal, y se fue a la habitación a descansar, a ver si mejoraba. Al cabo de un rato nosotros conocimos a Jonathan, parecía un tío majo; nos dijo que iría al Banak Shol a confirmar que venía con nosotros, y quedamos en ir los 5 juntos al día siguiente para recoger los permisos y pagar lo que faltaba.

Luego nos despedimos, y fui al Aku Tonpa a cuidar a Lau. Hasta ese momento no había querido probar el sistema de las pastillas de hierbas, pero entonces me pidió que se las fuera a comprar; bajé a una de las tiendecillas de Zang Yiyuan Lu, no muy lejos, y pronto estaba de vuelta. Nos tomamos las pastillas y estuve un rato con ella, hasta que vi que estaba mejor; un par de horas después salí con Jorge a dar una vuelta. En la plaza del Barkhor nos encontramos con Txema, que estaba hablando con alguien... resulta que era el hombre que estaba en Lijiang, en el Estanque del Dragón Negro, justo cuando fuimos nosotros, lo reconoció y se pusieron a hablar! Nos presentamos; él se llamaba Anderson, y estaba dando su 2ª vuelta al mundo, vaya crack! Hablamos un buen rato con él, era muy majo! Y luego quedamos en cenar juntos por la noche, de nuevo en el Snowland.


Los famosos momos

Después, Jorge y yo decidimos ir a ver el templo más antiguo de Lhasa, el Ramoche, del siglo VII. Cruzamos al otro lado de Beijing Lu, y nos metimos por unas pequeñas callejuelas del barrio tibetano, atestadas de puestecillos de comida, ropa y todo tipo de cosas. La gente pasaba, hacía sus compras, los niños jugaban... ahí sí nos dio la impresión de estar en la auténtica Lhasa! Poco después, llegamos al Ramoche, que también es el 2º templo más grande de Lhasa, después del Jokhang. Pagamos la entrada, y pasamos por la puerta principal. Antiguamente, en él estuvo la estatua del Buda Sakyamuni que llevó la princesa china Wencheng cuando se casó con el rey Songtsen Gampo (que fue quien construyó el templo), y que hoy está en el Jokhang (es la pieza más sagrada de ese templo); luego una princesa nepalí llevó allí otra estatua del Jowo (Buda joven) Mikyö Dorjé, que se supone que es la que hoy sigue allí, tras pasar una serie de vicisitudes. El templo resultó muy dañado durante la Revolución Cultural, y la estatua apareció después de décadas, rota. Hoy han restaurado ambos, y es un lugar muy chulo para visitar y meterse en el ambiente de un templo tibetano auténtico. A este templo apenas van guiris, pero vale la pena; además, tiene una mezcla arquitectónica curiosa, entre estilo chino Tang y tibetano.


Fachada principal del Ramoche

Era nuestro primer templo budista tibetano de verdad, tras el amago de los budas orejudos de Dali, y nos flipó! Entramos en otro mundo... un mundo de capillas oscuras iluminadas por velitas de mantequilla de yak, estatuillas doradas muy coloridas, figuritas hechas con mantequilla, billetes metidos por cualquier sitio...; los peregrinos iban con recipientes y jarras con más mantequilla para ir rellenando los recipientes en los que ardían las velas, y el suelo resbalaba un poco... Un penetrante olor a mantequilla de yak lo impregnaba todo, mientras la gente lo recorría todo en círculo, siempre siguiendo el sentido de las agujas del reloj. En la sala central, muy grande, había unos bancos largos y bajos, y encima de ellos un montón de túnicas rojas y gorros amarillos (los de la secta Geluk) de los monjes; había unos cuantos por allí, pero no estaban rezando. Al fondo, la estatua del Jowo Mikyö Dorjé, dorada y llena de adornos y bufandas blancas tibetanas.


Penumbra


Sala principal


El Jowo Sakyamuni Mikyö Dorjé

Después, salimos a la parte exterior, rodeada de ruedas de oración que los tibetanos iban girando con sus manos al pasar (se supone que cada vez que la rueda da una vuelta, la plegaria que está escrita en ella se eleva al cielo). Pronto encontramos una escalerita para subir al tejado, en donde estuvimos un rato. Nos encontramos con unos monjes contando fajos de billetes, otros pintando... Se veían los tejados del barrio tibetano, todos con banderas de oración, y al fondo las montañas; era muy chulo!


Peregrina en el Ramoche




Jorge en el tejado


Detrás de esa puerta había unos monjes contando fajos de billetes!

Después bajamos de nuevo, salimos del Ramoche, dimos una vuelta y volvimos a ver cómo estaba Lau. Por suerte, se encontraba mucho mejor! Subimos a ver si la ropa estaba seca y... oh sorpresa! Alguien nos había mangado una camiseta a cada una... la mía era muy normalita, pero la de Lau aún costaba una pasta! Qué rabia!!

Salimos de nuevo y dimos una vuelta por la plaza del Jokhang y el Barkhor, curioseando en unos cuantos puestos y tiendas (hay cosas muy chulas, pero salvo las que son auténticamente tibetanas, el resto –sobre todo las más hippies- vienen casi todas de Nepal). Los precios en algunos sitios eran muy razonables, incluso baratos. En otros, eran prohibitivos! Después quedamos con Anderson, y cenamos con él. Nos estuvo contando un montón de cosas sobre su viaje, su vida y demás. Era súper simpático, estaba dando la vuelta al mundo en solitario por el hemisferio norte (ya la había dado por el sur también), y después pasaría a Nepal, India, Siria... y acabaría en Barcelona, antes de volver a Brasil. Nos cayó muy bien a todos, y quedamos con él de nuevo para cenar al día siguiente; íbamos a celebrar el cumpleaños de Lau y de Txema en el techo del mundo, y lo invitamos!

Luego un té en el Dunya, y vuelta al Aku Tonpa para dormir. Al día siguiente veríamos el Potala!!!!


En el próximo capítulo... el día del cumple de Lau y Txema! Con el Potala, el Jokhang, y una visita muy especial!

Diosss, 5 horas de cola para conseguir entrada al Potala el día siguiente!!! Eso nos lo ahorramos nosotros por suerte Por cierto, vaya tela con los chicos, ehh, mira que no hacer ni un relevo en 5 horas, mientras durmiendo a pierna suelta Eso sí, la espera merece la pena, y mucho, aunque la verdad es que después de verlo tuve una sensación agridulce.

Lo de los monjes contando billetes lo vimos varias veces, parece que sea mucha pasta pero en realidad no es tanto, billetes de 1 yuan que equivalen a 1 cent. y son los que los peregrinos depositan mayormente en las imágenes y estátuas. Lo flipante es que en algunos templos tibetanos te cobran hasta 150 € por filmar en el interior!!!!

Pobre Lau, y es que los primeros días de aclimatación ya recomiendan comer muy ligero, beber mucha agua, no ducharse, etc.. Bueno, a ver ese cumpleaños..

Bueno, no llegamos a estar 5 horas, tampoco fue para tanto, y valió la pena, fue todo un privilegio entrar en el primer turno. Los chicos algo dijeron de ir después, pero si total ya nos habíamos levantado daba igual, así que les dejamos descansar tranquilamente.

Los billetes que cuentan los monjes no son ni siquiera de un yuan, suelen ser de 1,2 o 5 jiaos (10 jiaos=1 yuan). Aún así, 1 yuan vienen siendo 10 céntimos, no 1! no lo decía en el sentido de que amasasen grandes cantidades de dinero, sino que asombra la enorme cantidad de pequeños billetes que dejan los peregrinos diariamente.

Por cierto, el próximo capítulo a lo mejor lo cuelga Lau, que al ser su cumple es su capítulo por excelencia!