Ays, me había olvidado de colgar el final del Diario, qué desastre!! bueno, aquí está...
14 y 15 de octubre de 2007. Beijing-Moscú-Madrid-SantiagoNos despertamos muy temprano, toca un gran madrugón en nuestro último día de viaje. Me siento triste, no me quiero ir…
China me ha fascinado, y me gustaría quedarme mucho más. Sé que volveré algún día, pero no sé cuándo, y aquí cambia todo tan rápido...
Habíamos contratado en el albergue el servicio “driving to airport” por 120 yuans; no son ni las 6 am cuando dejamos el Peking International, y tiramos hacia el aeropuerto
Pensamos que íbamos muy sobrados de tiempo, pero al final no tanto, aunque llegamos bien. Yo llevaba una mochila grande para facturar, y una más pequeña para transportar como equipaje de mano. Bueno, todos llevábamos bastante equipaje, con la de cosas que habíamos comprado al final. Y nuestras mochilas antiguas iban dentro de la mía facturada, con lo cual la de mano tampoco era “pequeñita”. Pasamos los controles, y nadie nos dijo nada. Luego paramos un momento en una tienda a comprar una cajita con un juego de té para mi abuela, en plan compra express de último momento, y nos dieron una bolsa. Después, fuimos ya a la zona de embarque, y ahí empezaron los problemas...
Un último vistazo al patio del Hostel
Cuando fui a subir al avión, resulta que llevaba en la mano una bolsa, y una mochila de las pequeñas de todo, vacía; hacía un rato se nos había roto la bolsa en la que llevábamos mi mochila pequeña y la de Jorge, y cada uno llevaba una en una mano. Pues el ruso que estaba en la puerta, ni corto ni perezoso, me dice que llevo 2 equipajes (por llevar 1 mochila vacía!!!), y que tengo que facturar… pero la grande! Le digo que la meto dentro de la otra, y cuando termino me dice el muy cabrón que ahora la grande ya es demasiado grande, y la tengo que facturar. Vamos, que el tío lo único que quería era sacarme pasta, le daba igual que fuera una mochila grande, pequeña, o que la llevara colgada de una oreja
Lau y Txema ya habían pasado y no nos habían esperado, con lo cual no les podía dar una a ellos para que la metieran en una bolsa, mierda!! La gracia del asunto era que si yo llevaba las dos pequeñas en una bolsa estaba bien, pero si llevaba una fuera, aunque estuviera vacía, me la contaban como equipaje. Me negué a pagar nada, y acabé redistribuyendo aquello como pude, hasta que se hartaron y me dejaron pasar (a terca no hay quien me gane…), pero estuve bien unos 10 min. fuera discutiendo con aquel ruso corrupto.
Una vez en el pasillo hacia el avión, vemos que hay un 2º control de pasaportes… si nos lo acababan de pedir! Voy a sacar el mío, y no aparece! Vuelvo atrás, y no está…
Mi vuelta a casa peligra seriamente, y me desespero. Jorge me ayuda a buscar, pero no aparece por ningún lado. Al final, a punto de rendirme ya, se me ocurre mirar en el sitio más inverosímil, y allí está: en la rendija de la caja del juego de té de mi abuela, parecía imposible que se hubiera podido colar por allí!
Por fin, entro en el avión, súper rayada y súper cabreada con Aeroflot, y nos sentamos en nuestros sitios. Para más inri, vamos separados, y me toca entre un ruso y una rusa que hablan por encima de mí continuamente, hasta se pasan cosas! Acabo hasta los huevos de ellos, no era el mejor día… Aún encima, el mal tiempo en Moscú convierten las 8 horas de vuelo en 9 y pico, al estar todo nevado, y llego agotada al inhóspito aeropuerto Sheremetyevo. Lau viene toda feliz, ha estado hablando con una uzbeka muy riquiña todo el camino… Pero yo estoy de Rusia, los rusos y su idioma hasta el gorro, sólo quiero llegar a casa ya
Al menos, la comida de Aeroflot no estaba mal! había pedido comida tipo "Seafood" al hacer la reserva
Fuera nieva, y parece un poco menos chungo que la vez anterior, con la luz de la nieve, pero aún así nos topamos con la burocracia rusa y su ineficiencia absoluta. Con el cabreo que llevo encima se me quitan las ganas de ir a Rusia, viendo lo corruptos que son en el aeropuerto, la policía y la gente de las aerolíneas. Comparados con los chinos, ni son amables ni son eficientes. Cuando pasamos a la zona de tránsito conocemos a un chico de Mongolia que iba sentado con Txema en el avión, muy majo, que estudia en Polonia pero tiene a su mujer y sus niños en su país. Nos enseña fotos del más pequeño, es mofletudo y chiquitín, precioso!
Compramos una gran bolsa de M&M’s y la compartimos sentados en el suelo del piso de arriba, charlando entre todos (era de lo poco que valía la pena comprar, no íbamos a pillar un barreño de vodka para chuzarnos allí! –aunque he de decir que hay quien lo hace…-). Me fui animando un poco, y se nos pasó el rato más rápido de lo esperado. Incluso nos retrasaron el vuelo más de una hora, por las condiciones meteorológicas, pero no se nos hizo tan pesada la espera. Hoy en día sigo en contacto con Ochi, y hablamos de vez en cuando por facebook
El aeropuerto de Moscú, nevado
Por fin, nos avisan de que podemos pasar a la zona de embarque. Me preocupa mi mochila, pero esta vez, dado que tenía las medidas correctas y no están tan preocupados por sacar pasta como el fulano ruso de Beijing, paso sin problemas. Eso sí, por tocar los huevos, a quitarse los zapatos todo el mundo. Embarcamos, y me siento entre Lau y Jorge. Al principio voy hablando con Lau de lo chungos que nos parecen los rusos, de Putin, de Aeroflot y demás, poniéndolos a caer de un burro. Luego me quedo dormida, igual que Jorge, y se me pasa el vuelo bastante rápido. Estaba agotada de la tensión del día, y de tanto aeropuerto. Al final, llegamos a Madrid, nos toca despedirnos de Lau… nos abrazamos, y lloramos como monas, la voy a echar tanto de menos!
pero al menos nos veremos en noviembre.
Ya sólo con los dos chicos, nos encontramos con un amigo de Txema; vamos a dormir en su casa esa noche y al día siguiente nos llevará al aeropuerto. Ya es bastante tarde, así que vamos directamente. Dormimos 4 horitas escasas, y a levantarse!
Nuestro vuelo sale temprano, y estamos un poco lejos. Recogemos todo, volamos por última vez, y al llegar a Santiago nos espera un amigo de Jorge, que me deja directamente en el curro, vaya día más duro me espera!
Ahora sí, el viaje se ha acabado!!
-----FIN-----Espero que os haya gustado el Diario, he tardado mogollón en terminarlo pero al fin lo he conseguido!!
Por supuesto, si alguien quiere ir a China y necesita información, o lo que sea, que me pregunte lo que quiera! es un país increíble, que me dejó impresionada