Barranquilla o La Arenosa o Curramba la Bella
Pocas ciudades hay en Colombia en las que se hayan inspirado tantos músicos como Barranquilla. Cómo no componerle al “bailao arrebatao” de su gente, a la ciudad que “se parece a New Orleans”, a “su luna que maravilla” y a esas “calles doradas por el sol y las arenas”. Conocida también como La Arenosa o Curramba la Bella, la principal capital de la Costa Caribe es la puerta del gozo, colorido y los brazos abiertos, pero también de la vocación creativa y productiva.
El centro cultural por excelencia del Caribe colombiano se consolidó desde el siglo pasado como el más diverso asentamiento de negociantes y aventureros procedentes de Europa y del Oriente Medio, fusión que la convirtió en un icono de la diversidad y el progreso.
Judíos, alemanes, italianos, ingleses, españoles, franceses, americanos, libaneses, turcos, entre otros, hicieron de Barranquilla una ciudad en diálogo con el mundo, donde tuvieron lugar las más variadas corrientes, tendencias y movimientos culturales de vanguardia.
Tal es el caso del legado árabe, que aún hoy afortunadamente se degusta en los falafes, tahines, pitas o deliciosos kibbes, que no pueden faltar, -por más cotidiano que sea el encuentro-, en una tradicional casa barranquillera.
Prueba de ello es también el Carnaval de Barranquilla, resultado de una triple herencia (europea, africana y americana), en la que las festividades traídas por los españoles se entrelazaron con ceremoniales aborígenes y ritos seculares africanos, dando paso a una fiesta única en el mundo, que no hace distinción de razas, edades, ni estratos sociales.
En Barranquilla la historia y la cultura se unen para conformar un amplio abanico de posibilidades, que van desde descubrir cómo su cuerpo se mueve solo al escuchar una Cumbia, uno de los bailes más autóctonos de Colombia, hasta contemplar las joyas arquitectónicas de estilo republicano enclavadas en el barrio El Prado.
Son obligadas las visitas a lugares como el Teatro Amira de la Rosa, el Museo de Arte Moderno de Barranquilla, el recién construido Parque Cultural del Caribe, el antiguo edificio de la Aduana y el museo-restaurante La Cueva, donde se dieron cita personajes como nuestro Nobel de Literatura Gabriel García Márquez y el pintor Alejandro Obregón.
Imperdible también resulta Barranquijazz, considerada la segunda fiesta musical más importante después del Carnaval, y que cada septiembre engalana calles y centros culturales de la ciudad con lo mejor del jazz latino.