México lindo y queridoooo... Semana santa en el Estado más mexicano !

Llegamos a la estación de madrugada, hacía muchísimo frío y decidimos hacer tiempo (unos 45min) para que la posada abriera pues todavía era muy temprano. Estaba bastante oscuro y nos tiramos en una esquina con las mochilas a esperar hasta que decidimos ya a salir. Caminamos de vuelta y pudimos ver otro San Cristóbal, todas las calles vacías, ni gente ni carros y las plazas iluminadas muy bonitas . Pasamos antes a un cajero a sacar algo de dinero pues a partir del jueves los bancos iban a cerrar (por lo de semana santa) y no queríamos quedarnos sin nada jejejeje . Llegamos a la Posada Carmelita y todavía estaba cerrado, tocamos y tocamos pero no hubo respuesta, hasta que vemos a una señora y nos dice que en la casa de enfrente vive la dueña, geniaaaaal ! Tocamos y después de un rato nos abren y nos dan la habitación (la dueña se porta genial y no nos cobra esa noche aunque llegamos como a las 5 de la mañana y aprovechamos esas horas); tiramos las mochilas y ahora sí: A DORMIRRRRRRR .

Habían sido 3 días de patear ruinas, subir, bajar, moverse de un lado a otro y cargábamos ya mucho cansancio así que todo el día nos dedicamos a dormir, hasta que llegó el mediodía y despertamos. Nos damos un baño rápido y salimos hacia Santo Domingo y el mercado adjunto pues nos íbamos a encontrar a los papás de Rafa que estaban visitando a la familia y se iban a quedar un par de días en San Cristóbal, nos vamos a desayunar cerca en el andador unos ricos chilaquiles con frijolitos (mmmmm que ricoooooo jajaja ) y después nos dedicamos a recorrer San Cristóbal, paseamos por todo el centro y acompañamos a la hermana de Rafa a comprar un collar de ámbar que estaba buscando (Chiapas es muy famoso por su producción de Ámbar y puedes encontrar desde pequeños animalitos tallados, hasta cualquier tipo de joyería).

Ya eran algo así como las 3 de la tarde cuando caminamos hacia casa de los tíos de Rafa pues nos habían invitado a una comida de bienvenida para sus papás (error de desayunar tarde pues no teníamos casi nada de hambre) y antes pasamos al Museo Na Bolom (“Casa del Jaguar” en lengua tzotzil), fundado por el arqueólogo danés Frans Blom y su esposa Gertrude Blom, una fotógrafa suiza; Los cuales compraron esta casa en San Cristóbal en 1950 y la remodelaron y poco a poco en sus viajes fueron consiguiendo regalos, libros, fotografías y artefactos de la región y se formó el museo. Lo recorrimos un poco rápido pues no había mucho tiempo, la verdad es que es muy bonito y aunque pequeño, hay cosas bastante interesantes y ayudan a conocer un poco más la historia de la región y las diversas culturas que la habitan. Además de que también es una pequeña posada/restaurante y uno puede echar un cafecito o desayunar mientras se descansa en una hamaca o lee un buen libro en el patio .

Dejo aquí la página web del Museo por si alguien quiere enterarse un poco más:"Museo Na Bolom" Hay una galería de fotos muy interesante con algunas de los Lacandones y retratos de Frans y Gertrude; Así como información de los proyectos que se llevan a cabo para el desarrollo del turismo responsable, apoyo a artesanos locales y preservación del medio ambiente. En fin, es una visita 100% recomendable al que pase por San Cristóbal de las Casas (Cuelgo unas fotos sacadas de internet)

Salimos ya para la casa de los tíos de Rafa y como cada vez que fuimos, nos trataron increibleeeeee, la hospitalidad chiapaneca es la mejor y aunque no teníamos mucha hambre, probamos un poco de la comida que estaba riquísimaaaaaaa . Pasamos un momento bastante agradable, platicamos un buen rato y la verdad es que seguíamos algo cansados, así que nos despedimos y regresamos a la Posada a descansar pues en la noche tocaba salir a conocer el ambiente de San Cristóbal

Dormimos un par de horas y a las 8:30 de la noche hablamos con los primos de Rafa y su hermana, quedamos de vernos a las 10:00 y ya ahí veríamos a donde ir. Yo me doy un buen baño para despertar bien y salimos a encontrarnos. Caminamos un rato por el andador viendo a dónde ir y nos decidimos ir primero a un bar (no recuerdo el nombre jejejeje) y estuvimos un buen rato ahí, el ambiente estaba muy bien y después salimos y fuimos a “El Circo” que era más como un antro/disco, con un poco de menos gente y música como electrónica y muy rara, después de unos bailes y tequilas se hizo bastante tarde y nos decidimos ir pues nos tocaba una levantada temprano, ya que la familia de Rafa nos había invitado a visitar las Cascadas de El Chiflón y era algo que no nos queríamos perder.

Caminamos de vuelta a la posada y yo llegué directo a la cama, otra desvelada pero había valido la pena, pasamos un buen rato y conocimos el ambiente de San Cristóbal que para salir estaba genial, me la había pasado muy bien . El día estuvo un poco tranquilo, hubiéramos podido hacer algo más, pero creo que el descanso era justo y necesario pues todavía nos quedaban más días y no queríamos quebrarnos antes de volver.

Y aquí dejo algunas unas fotos tomadas por Gertrude Blom que están geniaaaales :

Nos despertamos a las 7:30am , quería aventar el despertador por la ventana pero había que levantarse pues nos veríamos en casa de los tíos de Rafa y desde ahí saldríamos hacia las cascadas de El Chiflón. Salimos en un rato y llegando solo vemos el enormeeeeee desayuno que nos tenían preparado: huevos revueltos con chorizo, tocino, frijolitos, tortillas de maíz recién hechecitas (mmmmmmm que ricos tacos me hice jajajaja), frutas y pan dulce típico chiapaneco con cafecito; Después del gran desayuno que nos aventamos, esperamos a que todos estuvieran listos y después de un rato salimos por fin. Pasamos antes a una tienda a comprar unas cervezas y refrescos y ahora si… a tomar carreteraaaaaa !

La carretera no es tan mala en comparación a otras del estado (al menos no hay tantas curvas, topes y muy poco tráfico). Se va en dirección a Comitán, la “ciudad” más grande de la región y en camino a ésta, se pasa por varios pueblitos pequeñitos, esta región es en general un poco más seca y hace algo de calor, después de venir de San Cristóbal que es muy fresco. A partir de Comitán, tomamos varias desviaciones y a lo largo del camino nos topamos con niños que bloquean el camino alzando unas cuerdas en señal de alto, cobrando el famoso “impuesto revolucionario”, para obtener un poco de ingreso para el desarrollo de sus comunidades, abandonadas totalmente y con nada de recursos (siendo Chiapas el estado más pobre de todo México), el primo de Rafa nos comenta que algunos también se aprovechan de esto y el dinero no necesariamente se va a las comunidades sino solo a un grupo de personas que lo tienen bien controlado (algo que detesto y me da asco de pensar en ellos, pues engañan a mucha gente). De ida nos dejan pasar ya que les decimos que solo vamos al Chiflón y que de vuelta les daremos (ya fue algo tarde y no los volvimos a encontrar)

En fin, después de un rato llegamos a un área montañosa donde ya desde muy lejos se podía comenzar a ver la cascada principal del conjunto de El Chiflón, lo que nos da una idea de lo grande que sería (y la subida también jajaja . Llegamos al fin al centro donde se pasa una caseta de cobro ($10 pesos por persona) y donde hay un pequeño restaurante, baños y una tiendita.

Comenzamos el recorrido para subir al “Velo de Novia” la cascada principal, me recuerda en inicio a las cascadas de Agua Azul, uno va subiendo y viendo pequeñas cascadas escondidas entre la vegetación y de ese color azul-verde turquesa : . La subida se va haciendo algo pesada y entre escaleras y rampas medio empinadas uno va sintiendo mucho más calor, lo bueno es que aquí no hay tanta gente y se puede disfrutar más del paseo. Vimos unas 3 cascadas más muy bonitas donde está prohibido nadar para conservar el lugar, algunas son algo grandes y hay pequeños miradores construidos cerca para verlas mejor . A partir de ahí ya todo es en subida y serían de unos 30 a 40 minutos para llegar al famoso “Velo de Novia”. Hay 2 miradores principales donde en uno de ellos se puede inclusive hasta aventarse en tirolesa y llegar al otro lado, tenía muchas ganas de hacerlo, pero había mucha gente haciendo turno y pasé de ello, pues todavía nos faltaba una última subida (la más pesada también).

La Cascada “Velo de Novia” es una pasadaaaaaaaaaaaaa , cae desde muuuy alto (no recuerdo bien, pero creo que tiene unos 120 metros de altura) chocando con toda una enorme pared de piedra y formando hasta abajo una laguna de color verde turquesa y después poco a poco, hacia abajo creando toda la serie de cascadas de menor tamaño que conforman todo el parque de El Chiflón. Del otro lado, hay un mirador-plataforma donde se puede ver la cascada todavía más cerca y ver a la gente que está ahí, te da una verdadera dimensión de lo grande que es, además de una buena refrescada por el agua que salpica jejejejeje .

Desde el mirador donde nos encontrábamos, se cobran unos $10 pesos para subir hasta la laguna que da vida a esta gran cascada, esta subida sí que es muy pesada y se tarda un rato en llegar a la cima ;)) . Hay partes con muchas ramas cruzadas, todo el camino es de polvo (así que se resbala bastante) y en muchos tramos incluso hay cuerdas para sostenerse por los deslices que puede haber y por el peligro de la caída (que está bastante alto). Cansados y bañados en sudor, llegamos hasta arriba donde se puede ver una cascada no muy grande que forma a su vez la laguna que alimenta al “Velo de Novia”, muy poca gente sube hasta acá pero vale muchísimo la pena pues además se tiene una vista genial de todo el valle y la región (que me impresiona por lo seco que es y distinto de la región de San Cristóbal y de Palenque donde todo es muchísimo más verde y húmedo).

Hacemos unas cuantas fotos y después de un descansito bajamos ya mucho más tranquilos y a paso lento. Llegamos hasta el inicio del camino donde hay una región que se forma un pequeño río muy tranquilo y donde se puede nadar y en las orillas unas mesas para comer y hacer picnic. Paramos y comemos ahí unas tortas, tomamos unas cervecitas y metemos los pies al agua que estaba riquísima, descanso bien merecido teníamos jajajajaja .

Ya como 4:30 de la tarde estábamos saliendo de vuelta y yo estaba muertooo, me dormí todo el camino y como a las 7:00 llegamos a San Cristóbal, nos despedimos de la familia de Rafael y nos vamos a la Posada a encontrarnos con Ernesto que había llegado después de pasar el día anterior en la selva lacandona, nos platicó su experiencia y la pasó genial , durmió en medio de la selva con una familia lacandona, en casas típicas de la región y al siguiente día hicieron un trekking por la selva de unas 5 horas, vieron varias cascadas y animales de la región (que ganaaaaas, ya será para la otra ) . Los 3 nos fuimos a la terraza de la Posada y ahí estuvimos un buen rato echados, disfrutando el atardecer en San Cristóbal.

Nos damos un buen baño y de nuevo salimos como a las 10 de la noche a un nuevo bar que abrían cerca del Zócalo, había música en vivo y nos tomamos varias cervecitas , un buen ambiente, así que nos quedamos ahí y de nuevo salimos ya algo tarde jejejejeje. Había sido otro día geniaaaaaaaal en el estado chiapaneco

Primer día que nos despertamos más tarde de lo normal, y es que después de un par de salidas nocturnas y la horrible subida que pasamos en El Chiflón, era bien merecido. Amaneció genial en San Cristóbal, así que una vez ya todos despiertos (y con mucha hambre jajaja) salimos a buscar algo para desayunar. Caminamos por el andador nuevo donde hay varias fondas y pequeñas cocinas económicas donde te venden una especie de “paquetes”; Yo me pido uno que venía con chilaquiles, huevos revueltos, jugo y café (todo por menos de 50 pesos jejejeje).

En el desayuno estuvimos platicando y viendo lo que podíamos hacer en el día, todos teníamos muchas ganas de ir al Parque Nacional Lagunas de Montebello, una serie de lagunas en medio de la selva muy grandes justo en la frontera con Guatemala, donde puedes hacer varios recorridos caminando y rentar lanchitas y pasarte de una laguna a otra; Pero lo tuvimos que descartar pues estuvimos preguntando por horarios de transporte público y era complicadísimo por ser Viernes Santo y a partir de mediodía ya mucha gente no trabajaba, a lo mucho había 1 o 2 corridas y haciendo 2 o 3 cambios por lo complicado que se hace llegar hasta allá; Nos quedamos con las ganas pero nos deja el pretexto para volver jajajajaja .

Seguimos pensando cuál sería un buen plan y recordamos que no habíamos ido todavía a San Juan Chamula, una población de la etnia Tzotzil a 10km de San Cristóbal. Además nos habían dicho que habrá mucho movimiento por ser feriado religioso, que habría un mercado en el pueblo muy grande y varias procesiones, así que prometía ser una visita interesante . Decidimos aprovechar la mañana en San Cristóbal y poco después de mediodía salir para Chamula.

Ya desayunados y listos, vamos hacia el zócalo donde ya se veía más movimiento y mucha gente se preparaba para todas las procesiones religiosas y se montaban carpas enfrente de la catedral donde en la noche habría un mercadito y venta de comida local (riquiiiisima jejejeje ). Nos faltaba subir al Templo de San Cristóbal, una pequeña Iglesia en el cerro principal de la ciudad, así que hacia allá vamos pero antes paramos en un pequeño cafesito abajo en el andador principal en el que se estaba muuuy a gusto , comiendo de postrecito pan dulce de la región y viendo pasar a la gente, entre turistas y muchos indígenas que se dirigían a las iglesias. Terminamos y ahora sí nos preparamos para la subidita, pasamos primero por el Arco del Carmen, una de las construcciones más antiguas de la ciudad y que está unido a lo que antes era un convento y una pequeña iglesia. Junto hay una pequeña plazita y una mini-hacienda que funciona como casa de arte y cultura de la ciudad, entramos por curiosidad y la verdad que era muy bonito, habían muchas personas en clases de baile, guitarra y hasta una pequeña exposición de pinturas .

Salimos y caminamos un par de cuadras hasta llegar a las escaleras que te llevan al Templo de San Cristóbal, empezamos la subidita (una buena manera de bajar el desayuno jajajajaja ) y llegamos al Templo, muy pequeño pero bonito, estuvimos bobeando otro rato en los alrededores donde hay un parque y mucha gente descansando, también había una pared para hacer rapel, una tirolesa y un monumento con la bandera mexicana .

Ya era hora de bajar para irnos a Chamula y a mitad paramos en “Tierra Maya”, un edificio que funciona como escuela de idiomas y artes. Se dan clases de español a varios extranjeros que deciden quedarse en San Cristóbal y quieren aprenderlo y también lecciones sobre cultura maya, tradiciones de la región y otras cosas como pintura, música. Ofrecían también cursos de verano o por determinado tiempo y sí que daban ganas de quedarse a tomar alguno, nos dieron un recorrido por el lugar y nos invitaron a subir a la terraza, donde se tenían unas de las mejores vistas de San Cristóbal .

Nos despedimos agradeciendo la pequeña visita y regresamos caminando por el andador, cruzamos el zócalo, el palacio municipal, la Catedral, pasamos de nuevo Santo Domingo y caminamos unas 4 cuadras más para llegar al área del mercado de San Cristóbal, donde muy cerca salen las camionetas para San Juan Chamula. Preguntamos exactamente por el lugar (que estaba un poco escondido) y llegamos, nos trepamos a las combis y esperamos a que se vengan más personas para que se llene y en un rato arrancamos . El camino es bastante corto y uno va subiendo las montañas, pasando varias comunidades que viven de la agricultura y así hasta que se llega al pueblo.

San Juan Chamula es un pueblo muy interesante y con tradiciones muy muy arraigadas y que a uno le pueden parecer extrañas . Es un pueblo con una mezcla indígena ya que aquí llegan de otras comunidades cercanas a vender productos y a asistir a la iglesia, uno puede reconocer de dónde son por la manera en que visten; Los de Chamula visten con una especie de piel de animal muy extraña, las mujeres una falda y los hombres un chaleco; Los de Zinacantán (otro pueblo muy cercano) vestían todos con una especie de bordados morados y dependiendo de la época van cambiando el color y todos los del pueblo visten igual. Es importante saber que uno está como visitante e “invadiendo” su pueblo y se debe ser totalmente respetuoso de sus tradiciones y reglas, hay muchos turistas que no lo hacen y varios se han metido en problemas. Esto puede ocurrir con las fotografías, es muy aconsejable acercarse a ellos y pedirles permiso, muchos no les importará pero habrá otros que no querrán y debe respetarse eso, o simplemente hacer "tomas al aire" buscando evitar enfocar directamente y hacerlo muy obvio.

Otro punto muy interesante es como se regulan las cosas aquí, digamos que “existe” un gobierno municipal, con su presidente y todo, pero la realidad es que las decisiones se toman en general y el pueblo decide todo . Recuerdo que estábamos en el zócalo de la ciudad y de repente vimos correr a un grupo de hombres con palos levantados persiguiendo a alguien, luego nos enteraríamos que lo perseguían para encerrarlo pues había robado algo de uno de los puestos del mercado, fue algo impresionante, yo no me lo podía creer, aquí rige la ley de todos . Otra experiencia de esto es cuando ya íbamos de regreso a San Cristóbal y preguntamos al joven de la combi por la hora, el nos responde “…son las 6:15”, nosotros nos extrañamos pues pensamos que era más temprano y nos dice: “Bueno aquí en Chamula son 6:15, allá en San Cristóbal son las 5:15” jajaajajaj no lo podía creer ! Luego nos explicaría que en San Juan Chamula el pueblo decidió nunca adoptar el horario de verano y eso de adelantar y atrasar la hora no lo aceptaban, en su pueblo habría una única hora y no tenía por qué cambiarse .

En fin, que llegamos a Chamula y caminamos unos 5 minutos hasta el zócalo, había un mercado enorme que tenía de todo. También se ven bastantes turistas y aquí sí que se hizo un poco pesado eso de que te piden dinero por todos lados y te tratan de vender cualquier cosa. Vamos directo al Palacio Municipal a comprar las entradas para la Iglesia (sí… han sabido sacar provecho de esto y cobran unos 20 pesos creo para visitarla). Algo muy importante y serio es que desde que compras los boletos te advierten que está prohibido tomar fotos y te lo repiten unas cien veces, para ellos es un lugar muy sagrado y se sienten totalmente ofendidos (Hacía 2 días un turista gringo no le importó y comenzó a tomar fotos tanto a los indígenas que oraban como a las imágenes y los Santos, se enojaron tanto que lo sacaron entre todos de la Iglesia y lo llevaron a la cárcel ! Estuvo encerrado por varias horas y sus amigos no podían hacer nada, la regla era esa y la había violado…esto es un ejemplo de lo serio que puede ser esto y que no se andan con juegos ), así que guardamos las cámaras y entramos… y que puedo decir… fue una experiencia… diferente

Uno entra y para empezar no hay bancas, a ambos lados se encuentran cajas con todos los Santos de la región, muchos de ellos tapados con una manta negra por ser Viernes Santo, a la mitad de la explanada principal está el altar principal, todo cubierto por mantas negras y lleno de veladoras. Familias enteras de indígenas estaban tirados en el piso, muchos colocando veladoras, flores y haciendo oraciones en tzotzil. Otros hacen ofrendas y comen ahí dentro para estar con su Santo pidiéndole. Pero lo más loco fue cuando caminamos hasta el fondo donde está otro altar con el que creo era el Patrón de la ciudad y un indígena estaba tirado gritando y llorando, al parecer estaba confesándose y diciendo todo en tzotzil; Todo estaba oscuro por las mantas negras que cubrían y con el olor de las veladoras y todo lo que llevaban como ofrendas se creaba una atmósfera rarísima ;)) . Fue un momento muuuy loco que nunca olvidaré, no me quedé mucho tiempo por respeto y privacidad de la gente y salí. Hago paréntesis y también comentar otra de las tradiciones del pueblo y es que aquí se fabrica una bebida llamada Pox (se pronuncia como “posh”) a base de maíz fermentado muy fuerte y que toman mientras están dentro, que también huele muy fuerte y uno siente que está como en un bar en vez de una iglesia jajajajaja . También nos platicaron que en otras ocasiones la gente lleva algunos animales y en el día de su Santo los sacrifican ahí dentro (algo con lo que no estoy muy de acuerdo pero es su tradición), no puedo imaginarme lo loco que debe ser cuando hagan eso .

Salimos, nos vamos a sentar afuera del Palacio Municipal a descansar y ver un poco más la vida de este pueblo; a mí me parecía súper interesante como podía ser tan diferente y cómo seguían existiendo ese tipo de costumbres en estos tiempos cuando a solo 10km está San Cristóbal y la cosa cambia drásticamente . Dimos una última vuelta por el mercado de la ciudad (eso sí, estaba todo muy sucio y muchísima basura en las calles ), ya se hacía tarde y era hora de regresar. Fuimos directo a la posada, compramos unas cervecitas y algo para botanear y nos subimos a la terraza (con una perspectiva de todo San Cristóbal al atardecer), ahí estuvimos platicando las experiencias en Chiapas, lo que había pasado hoy en Chamula y como era tan distinto a muchas otras partes de México, este estado tenía algo que atrapaba .

Era nuestra última noche en San Cristóbal y teníamos que despedirnos de esta increíble ciudad. Había muchísima gente en los andadores, puestos de comida por todos lados y un pequeño mercado de ropa y cosas hechas por indígenas, se respiraba un buen ambiente y decidimos ir primero hacia el área del zócalo. Allá había varios grupos tocando música de todo y en el kiosco una marimba para alegrar, mientras unos bailaban y otros simplemente se relajaban. En el área del Palacio Municipal habían montado una plataforma donde se presentaron varios bailes típicos de la región y más presentaciones musicales . Nos comenzó a dar hambre y nos fuimos enfrente de la catedral, donde se había montado puestos de antojitos mexicanos como los esquites, gorditas, quesadillas, ponche, churros (aaay que rico cené ese día jajajaja, te cambiabas de un puesto a otro y a probar de todo, además que todo era muy barato ).

Y después de una buena cena nos lanzamos al “Revo” más conocido como Bar Revolución jajajajaja, uno de los más famosos de San Cristóbal y que ya lleva muchísimos años andando (no es un lugar tan local y te encuentras gente de todo el mundo, muchísimo europeo e israelís) y se hace un ambiente geniaaaaaaaaal . Está dividido en varias secciones y al fondo de una hay un pequeño espacio donde se presentan grupos locales de música muy alternativa, esa noche tocó un grupo que me gustó mucho mucho, mezclaban el cello, acordeón, mandolina, percusiones y voces y gritos extraños para hacer música, mientras nosotros nos tomamos unos ricos tequilas y cervecitas y así siguió la noche, como diríamos por acá, estuvo muuuuuuy chido y de poca madreeeeeeee . Ya era algo tarde cuando decidimos irnos, pero antes de irnos a la cama dimos nuestra última vuelta por San Cristóbal, todavía había mucho ambiente por las calles, tomé unas cuantas fotos y disfruté muchísimo la última caminata de noche por esta ciudad .

Que día había pasado, la experiencia en San Juan Chamula y el último día en San Cristóbal... no podíamos habernos despedido de mejor manera de esta ciudad, que ahora se la razón por la que la han nombrado "Pueblo Mágico"

Había dormido genial y aprovechamos para descansar un rato y nos levantamos más tarde, debían ser como las 11:30, nos apuramos para dejar listas las maletas y pedimos que las guarden en recepción un rato en lo que íbamos a desayunar . La mañana está genial y empieza a sentirse calorcito (después se haría insoportable), desayunamos algo muy rápido que teníamos un par de horas antes de salir ya de vuelta hacia Tuxtla Gutiérrez (antes visitando el Cañón del Sumidero).

Rafael y yo nos vamos al mercado afuera de Santo Domingo y aprovechar a comprar uno que otro recuerdito, la verdad es que hay muchiiiiiisimas cosas ; Ropa de todo tipo, llaveros, máscaras, pulseras y collares, artesanías, vamos que había para cualquier gusto y uno puede estarse un buen rato, entre que se regatea y compara precios de varios puestos, y viendo todo lo que hay. Yo quería comprarme mi camisa de manta típica bordada, así que estuve puesteando un muy bien tiempo hasta que al final encontré una que me gustaba, me la probé encima y después de un buen regateo me la llevo jajajajaaja . Bobeando encontré unos llaveritos geniales que llevaban la figura típica de los revolucionarios de allí, con sus pasamontañas y todo, me llevo unos para regalar y también unos paliacates que estaban geniales ! Y como no, no podían faltar las pulseras, algunas de tela y otras de piel, tenían de todo.

Miro mi reloj y me doy cuenta que ya son casi las 2:00, así que salimos rápido a buscar a Ernesto que andaba afuera del Revolución tomándose una cervecita con Carsten, un alemán que había conocido en el viaje a la selva lacandona. Nos sentamos a tomar la última cervecita en San Cristóbal que con el calor que ya se sentía a esa hora nos cayó perfectoooo . Platicamos un rato con Carsten sobre su experiencia en México ya que venía de parte del Instituto Goethe a realizar varios proyectos en la capital (el ya hablaba muy bien español). Ya era tarde y nosotros no teníamos ni idea de los horarios de visita al Cañón, además que era sábado y no sabíamos si las lanchas dejaban de salir más temprano, así que nos despedimos y vamos rápido a la posada a recoger las maletas y corremos hasta la estación.

Llegamos por fin y hay muchísima gente, vemos que hay un camión en 15 minutos pero solo una ventanilla abierta… lo que faltaba . Pasan los minutos y esto avanzaba muy lento, al final llegamos y compramos los boletos hacia Tuxtla, el camión se había retrasado así que nos da tiempo perfecto de llegar y subirnos. El camión venía lleno y nuestros lugares estaban ya casi al fondo, nuestra idea era llegar a Tuxtla y desde ahí tomar una de las camionetas que van hacia los embarcaderos (en unos minutos descubriríamos lo mal que iba nuestro plan y las estupideces que cometeríamos jajajaja ). En fin, que el tiempo va pasando y el calor era insoportable, estábamos bajando las montañas y se sentía más humedad conforme nos acercábamos a la capital, el caso es que el camión de repente para en lo que parecía mitad de la nada y grita el chofer “Cahuaré, Cahuaré” bueno pues que a nosotros no nos importa pues íbamos hasta Tuxtla. Ya eran algo más que las 4 y a penas nos acercábamos a la capital chiapaneca, cuando decido preguntarle a un señor que iba junto a nosotros el tiempo que faltaba para llegar, dándose la siguiente conversación:

Exactamente, por no haber preguntado o habernos informado antes de que los camiones que van a Tuxtla paraban en los embarcaderos, nos habíamos pasado y ahora estábamos en las afueras de la ciudad , con tráfico horrible pues estábamos cerca del estadio donde se jugaba un partido de la liguilla y con todo y maletas nos aventamos al tráfico para cruzar hacia el otro lado y parar un taxi. Todos venían llenos pues iban al estadio, hasta que de repente aparece uno vacío y nos dice que nos lleva pero iba a costar $150, vamos que era un roboooooooo pues no estaba tan alejado, pero con nuestra desesperación aceptamos y bastante molestos nos subimos . No había tiempo que perder y ni modo, nuestra tontería nos había costado carísima pero ninguno se quería perder la visita al Cañón.

Así que al fin llegamos a la entrada de los embarcaderos, corremos un buen tramo para llegar y encontramos que una lancha está por salir, era la penúltima pues ya estaba atardeciendo y quedaba poco tiempo para la visita. Dejamos las mochilas, pagamos y corremos a la lancha . Estábamos muertos pero lo habíamos logrado, yo no tenía ya casi nada de dinero y todavía faltaba la vuelta a Tuxtla y sobrevivir para la cena antes de salir, pero ya no importaba ! Tocaba relajarse y disfrutar el paseo .

El Cañón del Sumidero… qué puedo decir de este lugar… es impresionanteeeee !!! Creo que lo único que se le asemeja y con lo que podría comparar (y que aún así son totalmente diferentes) son los fiordos noruegos. Este cañón es atravesado por el Río Grijalva (con una profundidad de 300m) y en su punto más alto el cañón tiene una altura de poco más de 1000 metros. Uno inicia el recorrido adentrándose poco a poco al cañón y se va viendo como las montañas van aumentando de altura mientras más lejos se llega hasta que se empiezan a ver las enormes paredes principales del cañón . Este cañón llega a tener tal importancia que forma parte del Escudo Estatal de Chiapas y el recorrido termina en la Presa “Chicoasén”, una de las más grandes de México y que proporciona energía a gran parte del sureste mexicano.

El recorrido es genial y el conductor de la lancha también la hace de guía y nos explicó muchísimas cosas del cañón y la presa, varias de las formaciones que se han hecho y cabe mencionar la vista que tenía, pues de repente paraba la lancha y nos gritaba: “Miren, miren” y hasta que se acercaba ya mucho podíamos ver que habían cocodrilos, también vimos varios monos y aves de la región . Era temporada seca y las paredes del cañón estaban bastante secas pero nos platica que en la época lluviosa se llena de cascadas y todo se ve muy verde, cambia totalmente .

Vale muchísimo la pena, de verdad que es impresionante y se han hecho muchos trabajos para preservar el medio ambiente y cuidar el río pues hace algunos años existía muchísima contaminación, ahora se ve genial. En fin, que creo que unas fotos explicarán mejor lo que les quiero decir :

El recorrido dura algo más de 1 hora, y el tiempo fue perfecto pues ya estaba atardeciendo y todo se veía mucho más bonito, además de que no pegaba el sol pues ya en este lugar se siente muchísima humedad y tomar el recorrido a mediodía con el sol arriba debe ser la muerteeee (además de que hay más gente y muchas lanchas, haciendo que sea más difícil ver a los animales de la zona ).

Terminó el paseito, bajamos por nuestras mochilas y caminamos a la carretera, decidimos visitar Chiapa de Corzo, pequeño pueblo colonial que en su época compitió contra San Cristóbal de las Casas por ser la ciudad más importante del estado. Caminamos unos minutos hasta la parada y parece que uno hace autostop porque a penas vemos un camión que dice “Chiapa Corzo” agitamos las manos y rápidamente se hace a un lado para subirnos (es muy barato, unos $8 pesos creo) y en unos pocos minutos llegamos al pueblo .

Es bastante pequeñito y en un par de horas se ve muy bien, tiene un centro muy bonito con su zócalo, su iglesia y unos arcos donde hay varios puestos y restaurancitos de comida típica . Vamos hacia la Iglesia principal donde hay un parquecito y desde ahí un mirador hacia el río Grijalva y un pequeño muelle, nos sentamos a descansar un ratito y compramos un helado que aunque ya casi no había luz, la humedad nos estaba matando. Regresamos al centro donde había una marimba tocando en el Kiosco principal y tomamos un bus de vuelta a Tuxtla Gutiérrez.

En Tuxtla nos habían recomendado muchísimo el Zoológico de la ciudad, su peculiaridad es que sólo poseen animales de Chiapas y lo llaman “La Casa Nocturna” por ser el único que exhibe animales nocturnos; Siendo México uno de los países considerados como megadiversos y Chiapas un estado donde hay una gran cantidad de flora y fauna endémicos debía ser una visita que valía mucho la pena, pero no pudimos llegar a tiempo por el atraso de la mañana y tuvimos que pasar . Así que nos dirigimos al mero centro de la ciudad que nos habían dicho que era bonito, pero llegamos y todo estaba en obras… El parque, la catedral, y varias calles alrededor del centro con máquinas y todo cerrado… así que solo nos quedamos unos minutos y luego regresamos en taxi a la estación de bus.

Llegamos y dejamos las mochilas y teníamos un par de horas hasta que saliera, así que fuimos por algo de cenar, compramos reservas para el camión y platicamos sobre lo que han sido nuestros días en Chiapas . El tiempo se pasó muy rápido y cuando nos damos cuenta ya estaban anunciando el camión, esta vez era un ADO GL, un bus bastante cómodo y con unos asientos excelentes en los que se puede dormir muy bien .

Mi destino final no sería Puebla sino la Ciudad de México (también el de Rafael pues ahí estudia) ya que los dos iríamos el lunes siguiente a la embajada rusa a comenzar nuestros trámites de la visaaa, que en un mes y medio comenzaríamos otro viaje y otra aventura .

Así que después de un rato, con el cansancio acumulado, me duermo casi las 10 horas hasta llegar a la capital mexicana , terminando lo que había sido una semana increíble en un Estado que me había marcado muchísimo y al que definitivamente voy a volver .